La Enfermedad por Reflujo Gastroesofágico, abreviada como ERGE, es una afección crónica del sistema digestivo en la cual el contenido ácido del estómago, incluyendo los jugos gástricos y los alimentos digeridos, fluye hacia el esófago, el tubo que conecta la boca con el estómago. Este flujo de contenido ácido puede causar irritación y daño al revestimiento del esófago, lo que da lugar a una serie de síntomas característicos.
La ERGE puede variar en gravedad y frecuencia de una persona a otra, y en algunos casos puede provocar complicaciones graves, como esofagitis erosiva, estrechamiento del esófago (estenosis) o enfermedades precancerosas. El tratamiento adecuado puede ayudar a controlar los síntomas y prevenir daños adicionales al esófago.
Los síntomas más comunes de la ERGE incluyen acidez estomacal (pirosis), regurgitación, dolor o malestar en el pecho (a veces similar al dolor de corazón), dificultad para tragar (disfagia), sensación de un bulto en la garganta, tos crónica, ronquera y una sensación de ardor en la garganta (ardor faríngeo).
Los síntomas de la ERGE suelen empeorar después de las comidas, al inclinarse o acostarse, y pueden estar relacionados con la ingestión de alimentos picantes, grasos o ácidos.
El tratamiento de la ERGE se enfoca en aliviar los síntomas y prevenir daños al esófago. Esto puede lograrse mediante cambios en la dieta y el estilo de vida, como evitar alimentos que desencadenen los síntomas, perder peso si es necesario, evitar acostarse después de comer y elevar la cabecera de la cama durante el sueño.
Los medicamentos también son una parte importante del tratamiento de la ERGE. Los inhibidores de la bomba de protones (IBP) y los antagonistas de los receptores H2 reducen la producción de ácido estomacal y ayudan a aliviar la acidez estomacal y la irritación del esófago.
En casos graves o cuando otros tratamientos no son efectivos, se puede considerar la cirugía para corregir la ERGE. Esto implica fortalecer el esfínter esofágico inferior o reparar el hiato esofágico, la abertura en el diafragma a través de la cual el esófago pasa hacia el abdomen.
El tratamiento de la ERGE es individualizado y debe ser supervisado por un profesional de la salud, ya que la afección puede variar significativamente de una persona a otra. El manejo adecuado puede mejorar la calidad de vida y prevenir complicaciones a largo plazo.