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Gastroscopia

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Descripción

La gastroscopia es una prueba ampliamente utilizada en el campo de la medicina digestiva, tanto con fines diagnósticos como terapéuticos. Consiste en la introducción de un tubo flexible a través de la boca del paciente para visualizar directamente la parte superior del sistema digestivo, incluyendo el esófago, el estómago y el duodeno.

El gastroscopio es un instrumento delgado y flexible, con un diámetro menor a un centímetro y una longitud superior a un metro. Está equipado con una cámara que permite obtener imágenes en alta definición. Además, el tubo cuenta con un canal de trabajo a través del cual se pueden realizar diversas intervenciones, como la toma de biopsias, la cauterización de vasos sanguíneos, la extracción de cuerpos extraños, la extirpación de pólipos y la dilatación del esófago en casos de enfermedades como la acalasia.

La alternativa diagnóstica a la gastroscopia sería una exploración radiológica que utiliza un contraste baritado, ingerido por el paciente, para obtener imágenes del tracto digestivo. Sin embargo, esta alternativa tiene limitaciones, ya que no permite realizar biopsias ni visualizar lesiones de pequeño tamaño. Además, no es posible tratar una hemorragia ni extirpar un pólipo. Por lo tanto, en algunos casos, incluso después de realizar un estudio radiológico, es necesario realizar una gastroscopia para un diagnóstico más preciso.

La gastroscopia es una prueba fundamental en el diagnóstico de diversas enfermedades y síntomas relacionados con el sistema digestivo, como acalasia, cirrosis hepática, dolor abdominal, disfagia (dificultad para tragar), gastritis agudas o crónicas, infección por Helicobacter pylori, melenas (sangre oscura en las heces), reflujo gastroesofágico, hernia de hiato, úlceras gástricas o duodenales, y vómitos con presencia de sangre.

La gastroscopia puede realizarse con anestesia local en la garganta o con sedación. No requiere de una preparación especial como en el caso de la colonoscopia, solo es necesario estar en ayunas. El paciente no debe comer ni beber nada durante al menos 6 horas antes del examen.

La duración de la exploración suele ser de aproximadamente 5 minutos, pero puede extenderse si se realiza algún tipo de tratamiento adicional durante el procedimiento.